domingo, 15 de junio de 2014

Una nota

Quisiera agradecer –aunque no sea necesario – tengo que hacerlo, por que llegó a tener un inmenso significado para mí que estuvieran conmigo, aunque yo sólo le dije a una persona. Verlos aparecer, a quienes no esperaba y saber que les importa por lo pasé, por lo que paso; yo agradezco infinitamente. A quienes únicamente mandaron un mensaje hermoso y alentador, quienes a pesar de la distancia expresaron su comprensión y apoyo, quienes trataron de estar presentes y no pudieron, quienes ofrecieron sus brazos para apoyarse y un hombro para llorar. Muchas gracias.

Agradezco a quienes estuvieron conmigo un momento, ahí de pie, donde todo se derrumbaba, y especialmente a quienes se quedaron hasta el final. A los que me sorprendieron, y aquellos que simplemente dijeron te quiero. De manera especial aprecio el confort que me dieron mis profesores, aunque sea sólo comprendiendo y posponiendo deberes, a los que me desearon resignación y me dieron tranquilidad, a la directora que estuvo al pendiente y expreso su apoyo. Aprecio a mis compañeros, a toda la escuela, que siempre fue la mejor parte de mi día, desde que me levantaba hasta pasar todo el día en el hospital; un momento en  que los problemas se desvanecían, que no existían los doctores, los exámenes, los resultados, los tratamientos, las medicinas y el miedo, un momento en el que podíamos hablar de poesía, de palabras, de historias, siempre acompañados de buenas ideas.

Agradezco por que estuve a punto de romperme y gracias a todos no lo hice; por que me sentía sola y abandonada, y gracias a todos no fue así. Yo sé que a mi mamá le hubiera encantado verlos a todos y a conocerlos, ella siempre tuvo una facilidad para llevarse bien con la gente y siempre se ganó fácilmente el cariño de quienes la rodeaban; a ella le hubiera encantado principalmente saber que estuvieron conmigo. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario