viernes, 25 de marzo de 2011

Las 2 de la madrugada

Cuando la media noche ha pasado, y comienza de nuevo el reloj, entre mas nos adentramos a la noche, todo se siente diferente. La atmósfera cambia, sientes que las paredes hablan y te oyen, que todo lo que digas sera mas prohibido por lo tarde que es. Es en estos momentos, que, por la falta de sueño, nuestra mente comienza a pensar cosas que antes no pensarían, de repente las cosas, las ideas parecen mas reales, mas posibles, mas razonables. Es en esta inundación de sensaciones y pensamientos que entramos a los limites de nuestra conciencia. Ya no importa que tan tarde es, que día de la semana o que pasara mañana.
El desvelarse siempre trae consigo la adrenalina de hacer algo que se supone no debemos hacer. Es lo natural, dormir, es lo que todos esperan, es lo que tu cuerpo espera, pero de cierta manera no se siente mas cansado (claro que luego viene el golpe de cansancio).
Las noches en vela que he pasado, afuera, o en mi propia recámara, siempre tienen ese toque inusual de densidad. Es difícil de explicar, pero no hay nada mejor que pasar por la ciudad a las 3 de la mañana y ver que no hay nada ni nadie. Da miedo, da emoción.
Hay una película que me encanta por eso, por que es sobre la noche, por todo lo que puede pasar durante una noche solamente. Nick y Nora: The inifinite playlist, es sobre una noche únicamente, buscando ver una banda, lo que finalmente sucede al amanecer.
Ver el amanecer después de no haber dormido, es una experiencia genial por si sola, incluso verlo y haber dormido.
Durante el periodo de influenza, que no podíamos salir, nos pasábamos la madrugada chateando, y llegando a la hora mas tarde para darnos cuenta que ya es hora de levantarse.
¿Como decirlo? No dormir tiene su toque poético, tal ves por eso casi siempre escribo de noche y la madrugada. Pero las mañanas son tediosas, las tardes pesadas, pero las noches interesantes. Como sea que las vivamos, donde sea, con quien sea, son momentos interesantes. Incluso aunque me dedique solo a pensar.
Una buena manera de pasar este año: desvelándome.

sábado, 19 de marzo de 2011

Jueves 17 de Marzo

Es cierto que estos días todo se ha sentido mas absurdo, vació, insignificante y sin sentido. Culpo a las cosas que están siguiendo sin mi. Pero ahora vengo a hablar sobre una de las pocas experiencias que han valido la pena en los últimos meses y tal vez la vida en general.
De principio a fin el día fue especial, completamente fuera de lo común, aunque siempre me ha gustado viajar y mas en carretera, el destino ahora es fue mas especial. Seré mas especifica.
El miércoles a eso de las 10:30 de la noche se me informo que seria parte del grupo que al día siguiente viajaría hasta Monterrey para ver el concierto de Iron Maiden. El miércoles en la noche me avisan que iría, a no se que tuviera algo mejor que hacer ¿Que podría ser mejor? No puedo pensar en nada, no me imagino nada. Ya una vez me perdí un examen, bastante importante, por ver a Iron Maiden por primera vez, ahora que no había nada que hacer, nada importaba, solo era el viaje.
Podría esta entrada tratarse de el concierto, podría describirlo, podría hacer una reseña sobre lo espectacular que fue; en cambio hablare sobre las extrañas situaciones que lo rodearon. La sola idea que se me avisara unas cuantas horas antes, le quita ilusión. No me dieron la oportunidad de emocionarme, de imaginar, de tener espectativas, ni de presumir siquiera. De hecho paso como de golpe, como de repente. Sin darme cuenta estaba en el vehículo en camino, y de regreso cuando alguien se dio cuenta que no llevaba las entradas, así que no estando demaciado lejos regresamos, y de nuevo al camino. El camino fue algo largo pero no tedioso, después estaba lleno de gente emocionada y música estridente. Después de horas sentados llegamos a pasar horas en el sol esperando y paseando por el Parque Fundidora, tomando fotos como locos.
Si tuviera la intención de describir el concierto, no encontraría las palabras, serian insuficientes. Solo puedo decir que fue mas de los que esperaba, aunque no me dieron tiempo de tener espectativas como ya mencione. Pero fue increíble, un gran experiencia, de principio a fin y mas toda vía, el imaginarlo, el recordarlo, por que es como un sueño, como si fuera algo tan irreal que es difícil de creer, difícil creer que en realidad paso, como si hubiera sido hace mucho. Pero tengo fotos que lo prueban, recuerdos que existen. Aun me cuesta creer que estuve ahí.
Aunque la ultima vez estuve mas cerca y por momentos tenerlos a metros y justo enfrente (experiencia aun mas irreal) puedo decir que esta vez lo disfrute mas. Esta vez vi el concierta y no solo espaldas, pude ver todo, y ya estuve cerca una vez, ya estuve en el relajo una vez, ahora me toco disfrutar todo, y por encima de muchos mas.
24 horas inolvidables; y digo 24 por que desperté a las 5:45 de la madrugada del jueves y me dormí a las 6:15 de la madrugada del viernes.
Quiero vivirlo otra vez.

martes, 15 de marzo de 2011

Debo pensar, y tomarme un tiempo para descansar por que un sin fin de ideas aparecen en mi cabeza durante todo el dia.

domingo, 13 de marzo de 2011

sábado, 12 de marzo de 2011

Preferencias y Favoritismo

Hay algo que habla muy bien de nuestra personalidad, y dice mucho: Es la música que oímos, por que de alguna manera nuestros gustos representan muy bien nuestra personalidad y mas allá. Dice si somos conformistas, soñadores, románticos, depresivos, vacios o si escondemos mucho o muy poco. Habrán notado que una pregunta muy frecuente es ¿Que música te gusta? tal ves no solo para encontrar algo en común, también para descifrar tu personalidad.
Podrán no verlo, pero la música la preferimos por que nos dice algo, algo que nada mas puede decirnos, es un lugar que nada, ninguna otra forma de expresión puede llenar. Mucha gente no le toma importancia, tal vez por que no le dice nada o tal vez por que no quiere que le diga nada. Creo que aquellos que oyen a las aberraciones que están de moda que difícilmente puede llamarse música, es por que tratan de la manera mas simple de encajar, no escuchan mas allá de lo obvio y no entienden lo que realmente oyen.
Algunos oímos la música para sacar nuestras frustraciones y expresar nuestras opiniones. La teoría es que (según Casi Famosos) "la música, la buena música y no solo el Rock n' Roll, te elige" y te acompaña en resto de tu vida. Escuchar una canción es volver a vivir, es recordar un momento específico y volver a disfrutarla.
Entre todas las preferencias musicales que tenemos, siempre están las que resaltan. Cuando yo soy victima de la pregunta de ¿Que clase de música escuchas? Y yo respondo Rock, lo que siempre sigue es ¿Que clase de Rock? Bueno se muy bien que el rock es muy amplio y que decir solo Rock puede ser confuso, pero es que no prefiero alguna clase especial de Rock, llego a escuchar desde rock clásico, progresivo, metal, un poco de punk, tal ves algo dark, alternativo o incluso algo mas pop o soft, siempre manteniendo los tintes rockeros.
Hay empieza el problema, entre la música que escucho y prefiero, no tengo un favorito.
Nunca he tenido una canción favorita, una banda favorita, un disco favorito, un intérprete favorito, o cualquier otro favorito.
Hay muchas canciones que me gustan, muchas bandas que me encantan, interpretes que disfruto, pero no hay mucho que sobresalga, no hay algo que realmente me haga decir, es mi canción favorita sobre todas las demás, seria muy cruel para las demás, por que merecen el mismo cariño, y lo tienen. Un ejemplo seria Bon Jovi es la banda que me inicio en el rock y por eso tienen un cariño pero no superior a Iron Maiden que me regalo mi primer concierto, o Pink Floyd que me hizo vibrar, o Soda Stereo, que me encanto y que defiendo cada vez que alguien se atreve a insultar. Todas estas bandas tienen en común que se convirtieron en el sentido de viajar en camión cada mañana y por la tarde, cada día de tristeza y cada paso de felicidad, son aquellas melodías que me acompañan en mis audífonos o en la computadora, en una simple bocina o en el estéreo que no reproduce discos desde hace mas de cinco años. Y cada canción que alguna vez me hizo sonreír, que me gusto, aunque halla sido en mi infancia o hace una semana tiene el mismo cariño que cualquier otra, no hay una favorita.
Me pregunto si carecer del favoritismo me quita identidad, una identidad que aun tiene mucho por forjarse ¿Tendrá algo que ver?