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domingo, 6 de enero de 2019

Recuento del 2018

Me gustaron Sueño en otro idioma y Los adioses. Me gusto mucho Proyecto Florida. Me gustaron mucho más Roma y Museo.Me divertí viendo Black Panther. Me divertí mucho más con Infinity War. Venom es graciosa pero nada más.

Me encantó The Marvelous Mrs. Maisel, todo el mundo debería estar viéndola y hablando de ella. Lloré con Mad Men, porque tiene muchos capítulos de año nuevo. Lloré de nuevo con Gilmore Girls. 

Principalmente leí no-ficción. Mención especial para Misterios de la sala oscura de Fernanda Solórzano y La chica de la banda, autobiografía de Kim Gordon. 

St. Vincent sigue siendo genial. Screaming Females súper genial. La canción del año es Myth de Beach House, me llegó tarde es cierto. No más rock progresivo ni metal, aunque Tool está bien. Primus, es fuera de serie. Expresiones burdas para hablar de cosas grandiosas. 

Magic es muy divertido y complejo, vale la pena seguir jugando. Hay juegos de mesa que son realmente divertidos: Las siete maravillas, Love Letter y Ticket to Ride. 

Tocar en un escenario es la cosa más genial del mundo. Hay una batería en mi sala y un amplificador siempre conectado.

Volví a hacer flan. Me dejaron plantada. Me llamaron de sorpresa. Fui a un festival de música local. Me subi a cantar en un bar, no me volvieron a llamar. Conocí a varias personas vegetarianas, amo la carne. Fui a varias entrevistas de trabajo, me dijeron que no en una Sex Shop. Nunca seré maestra de primaria. No sé porque pasan las cosas que pasan. Nunca maduramos. 26 años.

lunes, 24 de septiembre de 2018

Rock de chicas

"Women aren’t interested in music. Women don’t make music. Women don’t buy music…”[1]


Los amplificadores se callaron. Los murmullos del publico llenan el espacio con un ruido sordo y amorfo. Llegó el momento de que otra agrupación suba al escenario, cinco chicas armadas con nada más que sus instrumentos, se enredan entre cables, toman posiciones, suben volúmenes, hay unos pocos golpes a la batería. De entre las voces fusionadas del público, se distingue una que grita arrogante: “¡mucha ropa!”.
Esa ha sido la única falta de respeto que hemos experimentado. Nos unimos nerviosas, imaginando toda clase de improperios por el hecho de ser mujeres, por el hecho de atrevernos a tocar rock; meternos a cuevas repletas de violencia y testosterona, exponiéndonos al escrutinio de los hombres que creen que tienen el derecho de gritar lo que les de la gana, convertirnos en objetos para su entretenimiento, nuestro lugar está entre sus piernas y no en un escenario. Sin embargo nos encontramos con una situación muy diferente, el público siempre nos ha tratado con respeto, siempre recibimos apoyo y una agradable energía. Levantamos la cabeza, pues nos hemos atrevido a pararnos frente a todos y hacernos sonar.
Desde el primer momento, la banda recibió numerosas invitaciones y oportunidad para presentarnos en distintos foros. Ganamos un poco de reconocimiento y actualmente somos de las pocas banda de chicas activas en el estado. Parecía que algunos habían encontrado una mascota que presumir frente a todos, la novedad extraña que estuvo de moda ¿no es una forma también de represión? No hay nada de malo con todo esto, siempre y cuando se pueda capitalizar en verdaderas oportunidades, se pueda sacar provecho a toda esa visibilidad, porque contrario a lo que la experiencia nos ha enseñado, la visibilidad es el principal problema de las mujeres en el rock.
No hay una forma correcta de nombrarlo ¿rock femenino? ¿rock de mujeres? Como si hubiera una distinción entre lo que una banda convencional, formada por hombres y una formada por mujeres es capaz de hacer. Es sólo música, no importa el sexo. Nunca se sintió diferente, desde el principio no éramos más que cinco personas reunidas para tocar canciones que les gustaban, no hay un esfera aparte, ni un umbral indescifrable simplemente un gusto por la música.
No son pocas las mujeres que han deseado dejar su mensaje, de hacerse escuchar; liberar todas sus opiniones, frustraciones y experiencias con ayuda de distorsiones y un volumen alto; sin embargo han tenido poca oportunidad de darse a conocer puesto que la industria nunca se ha visto capaz de tomarlas en serio. Mucho de esto se debe a la creencia de que el carácter masculino del género musical es lo que le da identidad.
La relación de las mujeres y el rock n’roll es complicada. Se trata de un medio sexista dominado por hombres en que las mujeres no son más que objetos que se desechan e intercambian fácilmente, y sin embargo son una presencia constante; donde haya una banda, allí habrá una chica, tal vez más. Las groupies no nacieron siendo las que se acuestan con los músicos, comenzaron queriendo estar ahí por y para la música, buscar y entregarse completamente a una agrupación, y amar tanto una pieza musical que vivían su vida en ello.
Nos han inculcado que nosotras no nos paramos frente a una multitud a gritar nuestras inquietudes, a expresar nuestras posturas. Pero ¿quién dice que las mujeres no lo hacen? Van por el mundo expresando sus ideas, relegadas en los espacios donde los hombres quieren verlas; y los hombres no las quieren ver en bandas de Rock, no las quieren tomar en serio como músicos ni como interpretes, sin embargo hay una lista (no tan larga como debería) de mujeres que se impusieron ante ese pensamiento, que a pesar de lo adverso se pararon frente a una multitud a gritar: ¡jódanse! Y vale la pena admirar a cada una de ellas, y desear compartir con ellas ese valor, de tomar una guitarra o lo que les de la gana, una pluma, un megáfono y decir lo que se tenga que decir. Ahora tenemos la oportunidad de que nos tomen en serio, y por eso debemos aprovechar cada espacio para hacer todo el ruido posible. Nosotras que nos atrevimos a tomar un instrumento, a subirle al volumen, a buscar a otras como nosotras y hacer ese dulce Rock n’ Roll.

lunes, 8 de mayo de 2017

La vida después de septiembre

Ahora que está de moda el tema High School y el bullying debido a cierta serie de televisión, que a mí parecer es una suerte de receta de cocina que sirve para dejar muy en claro una moraleja: “Sé bueno con todos, porque lo poco que haces también es bullying y afecta a todas las personas”, les voy a contar mi triste historia, simplemente por tener la oportunidad, no porque sirva de algo.
Cuando yo estaba en la secundaria y preparatoria la palabra bullying no era tan común. La escuchabas de vez en cuando en algún reportaje de las diez de la noche para hablar de algún tiroteo, algún suicidio, que siempre sucedían en Estados Unidos. Tal vez algún comentario con varios psicólogos en esos programas de revista matutinos que tanto disfrutan las mamás; pero en ese entonces no había series de televisión especializadas o documentales desgarradores, ni siquiera platicas en los salones de clase. Ya no soy esa clase de estudiante, así que no sé a ciencia cierta, si en verdad esas cosas pasan.
Nunca me consideré victima de acoso, puesto que no existía ese termino, pero es verdad que en la primaria la pasé muy mal. Fui objeto de burlas, de humillaciones, llegué a sentirme aislada en el salón de clase. Tenía pocos amigos y los que tenía no me trataban muy bien. Se puede decir que siempre he sido la rara. Había días en los que quería desaparecer, en que no quería salir de mi cama, todo esto era muy contradictorio, porque me gustaba la escuela, me gustaba aprender, pero no soportaba tener que relacionarme con esos niños. No cargo conmigo rencores, ni siquiera puedo recordar la situaciones claramente, sólo puedo recordar cómo me sentía. Un gran choque de realidad para mí fue ver la película Harriet, le espía. Ver como aislaban y acosaban a esa niña simplemente por tener aspiraciones, claro, era cruel en sus juicios, pero no eran verdaderos, ni eran para ser leídos. No me detendré a explicar la trama, pero principalmente me frustraba mucho ver como sus padres no se molestaban en comprenderla, como los profesores incitaban el mismo acoso. Tal vez sea el testimonio con el cual puedo sentirme más identificada en cuanto al acoso escolar como tal, no porque lo haya vivido de forma similar, sino porque empaticé con Harriet.
A pesar de lo difícil que fue para mí relacionarme con las personas, entendí al final que el mundo no se acaba ahí. A pesar de que me sintiera sola en la escuela, no podían quitarme mis libros, mi música, no dejaba de ser yo. Sí, eso significa ser rara, pero pude vivir con ello.
Hace poco tiempo recordé una situación, a la que en su momento yo no le puse demasiada atención, que de hecho había casi olvidado. No es material para una serie de televisión, puede que ni siquiera se lleve unas líneas en mis memorias, además de las que estoy escribiendo ahora: Mi amiga y yo nos relacionábamos mucho con dos muchachos durante la prepa, vaya éramos un grupo grande de amigos por así decirlo, pero por alguna razón nosotros cuatro siempre terminábamos en el mismo equipo, haciendo proyectos, tareas, experimentos. Basta decir que yo tenía un crush con uno de ellos, y supongo que mi amiga tenía su crush correspondiente.
A cierta edad es muy común crear esta relación de Amigovios con algunos chicos, yo diría que esa era la relación que tenía ella con aquel chico. Se la pasaban todo el día abrazados, agarrados de la mano, hablándose bonito, pero no eran novios y al parecer no tenían la intención de serlo. A pesar de mi torpeza me llevaba bien con el chico que me gustaba. Sin embargo, la cuestión es que el amigovio de mi amiga (que era el mejor amigo del chico que me gustaba) nunca tuvo un trato cordial hacía mí; nada porque hacer alboroto, te gusta mi amiga –o algo así– no necesariamente tienes que ser mi amigo, podemos vivir con eso; pero ese trato, no amigable, era pasivo agresivo, de alguna manera. Él desprestigiaba todo lo que yo decía, difícilmente recuerdo algún comentario bueno. Aprovechaba cada situación posible para hacerme sentir mal, con respecto a mi aspecto, a mi personalidad, si desperté con ojeras, si no me he depilado las piernas -porque Dios me perdone, llevo medias-, no me peiné hoy, tengo el pelo sucio, mi suéter está roto. De verdad era bueno para hacer relucir mis inseguridades.
Nunca un hombre me ha hablado igual. Es normal que las chicas sean crueles entre ellas: tu blusa está sucia, tu falda está manchada, tienes una espinilla; pero que un hombre me lo diga, sólo me ha pasado en esa época de la vida. Realmente él me hacía sentir muy mal, con muy poca autoestima, y lo hacía de una forma tan sutil, tal vez estaba muy automatizado el trato porque éramos nosotros cuatro, porque era el amigovio de mi amiga, porque es tan común, estamos tan acostumbrados a que juzguen nuestra apariencia, nuestra personalidad. Y hasta ahora puedo reflexionar y decir: Wow! Yo creía que era mi amigo y nunca lo fue, no me dedico más que amargura. Me hizo sentir tan poca cosa. Eso es algo con lo que tendré que cargar: el sentirme tan pequeña; pero no es su culpa que yo me sienta así, si yo me siento pequeña, la gente lo nota y lo aprovechan, se dedican a recordarlo, pero no porque sea inevitable.
La situación se tornó complicada, porque los amigovios suelen terminar de forma impositiva, ya sea que se convierta en una relación como tal o sean los celos los que terminen arrancando la amistad del “noviazgo”. En este caso fue la segunda opción, los dos pasaron por muchas personas solamente para lastimar al otro. Ahora queda como un retrato amargo en la historia sentimental de mi amiga, felizmente casada y con un niño de apenas unos meses. Aquel chico que me gustaba y yo, aún somos buenos amigos, hablamos y salimos de vez en cuando; y ellos dos aún son buenos amigos. No he vuelto a estar en contacto con él, pero parece ser una persona más fría de lo que recuerdo. Hay quienes son incapaces de relacionarse armónicamente con las mujeres, no me aventuraría a decir porqué.
Todavía me queda ese recuerdo extraño, aunque piense en él cada dos años. Lo menciono no porque sea relevante para la historia de la humanidad. Lo que aprendí de esa reflexión es que alguien puede estar tratándote muy mal y tú ni cuenta te das. Eso no significa que esté a favor de la condescendencia absoluta y la buena ondez injustificada, simplemente se trata de encontrar tu propia fortaleza dentro de todas estas debilidades, y si suena tan cursi es porque creo que así debe de sonar. Fue difícil para mí encajar. Y cuando finalmente encuentras un grupo de amigos, está esa única persona que se dedica a bajonearte, pero sobrevives, porque de eso se trata.

miércoles, 19 de abril de 2017

Formas sutiles de escribir poesía



guardo en mis descargas una nota suicida
busco con cuidado un tutorial en youtube
sé que milagrosamente todo saldrá bien
 
hablé con mis manos esta mañana
tantas formas hay de abrir la piel
no vamos a hacerlo con rimas

no trates de prenderme fuego
porque no me has soltado ni un día
ya te guardé demasiadas formas bajo la uñas
si no nos queremos hacer daño

nos queremos matar
hacer que el mundo se parta
ser algo atrapado entre muros
sentarnos al filo de una navaja

aspiramos de las luces de octubre
los cristales se parten y se quejan

no hagamos de los poemas una ofrenda

lunes, 17 de abril de 2017

¿Cómo le he hecho para escribirme de esta manera?

Llevo casi nueve años con este blog. Ha sido tan inconstante como solamente yo puedo serlo. Ha tenido muchas formas y ha pasado por varías etapas, tan ingenuas como deben ser, tan perfeccionistas como lo es permitido, tan vacías como la actividad de describir la vida de una chica puede significar. Aquí hay anécdotas, opiniones, ensayos, cuentos, poemas, testimonios, reflexiones y confesiones. Lo creé en 2009 porque necesitaba existir en algún lado del internet, necesitaba ser, y tener un referente para cuando alguien me preguntara quién soy y cómo puedo definirme. En ese entonces no existía Facebook, no había un algoritmo que te indicara qué debe gustarte o quiénes deben ser tus amigos, debías esforzarte por hacerte de una voz y blogger era la opción más sencilla. Hoy hay tantos opciones para dejar salir las ideas y opiniones sin discriminación alguna. 
Claro que en 2009 existía fecebook, pero en México era algo ajeno todavía, sólo unos cuanto jóvenes se aventuraban a ese mundo que prometía lo que prometieron Myspace o Hi5 antes, de alguna manera lo hacía más sencillo. Por esos años fue que abrí Facebook también, pero no me atrevía a vaciar ahí mis inquietudes, después poco a poco me animé, pero no me llevo muy lejos. Hoy en día, lo abro por inercia, difícilmente escribo algo personal, casi no interactúo, me limito sólo a compartir cosas que me interesen leer más adelante y a actualizar mi foto de perfil y portada. Sigo atada a este blog, es de los pocos referentes de lo que soy, aunque no he sido completamente honesta todo el tiempo. Deseo de hacerme de una voz que impulse a los demás a leer, a comentar, pero hace falta tanto. Perdí lectores cuando cambié la dirección para que encajara con el resto de mis redes sociales, en cierta forma eso también es construcción de identidad. Busquen the bleu velvet en google y me hallaran sólo a mí.  
Sólo me queda esperar por otros ocho años, que siga existiendo blogger, que quede este testimonio de que alguna vez existí. Dejen comentarios de sus inquietudes, quién quiera que esté para leer esto.

lunes, 10 de abril de 2017

¿Cuál es tu foto de WhatsApp?

No tengo la menor idea de qué pueda significar tu foto de whatsapp ¿Es una decisión más personal? ¿Buscas con mayor cuidado una situación, una frase, una persona para compartir con tus amigos y familiares más cercanos? ¿Cómo es que no sé nada de ti, pero sí sé si estás peleado con alguien, enojado, triste o enamorado? Creo que prefiero no saber nada. 
Parece que poco a poco estoy desapareciendo, ya no publico, ni tuiteo tanto, no me importa si no obtengo ningún like en Facebook; una selfie de vez en cuando, un tuit vacío soltado en el momento menos indicado (a las 3 de la mañana), ignorar el teléfono, no responder mensajes. Un agujero dónde debería estar todo lo que soy.


martes, 4 de abril de 2017

Preguntas que nunca te has hecho


¿Cuál es tu olor favorito? El olor a revista nueva.
¿A qué edad aprendiste a andar en bicicleta? Nunca pasó.
¿En cuántos océanos has nadado? Dos (Pacífico y Atlántico)
¿Cuál fue el primer parque de diversiones al que fuiste? Six Flags México, año dos mil algo.
¿Cómo se llama tu restaurante favorito? ¿es acaso Lobos mi restaurante favorito?
¿Cómo te habrías llamado si hubieses sido del sexo opuesto? Teodosio (mentira).
¿Cuántas veces has ido al hospital? Dos internada, he entrado varias veces más.
¿Te acuerdas de tus sueños en la mañana? Normalmente, sí
¿Qué sabor de té te gusta? Manzana-canela
¿Te gusta alguien? Como cinco al mismo tiempo.
Última canción que has escuchado Gimme Shelter, The Rolling Stone.
¿Qué camisa llevas puesta? Una imagen del Quijote, y dice Guanajuato
¿Qué hacías a media noche la noche pasada? O ver porno, o ver videos al azar.
¿Alguna vez has dudado de la existencia de los demás? Todos los días me pregunto si esto es un sueño mío, o el sueño de un perro, o un sueño de Melissa.
Edad hasta la que quieres durar: yo creo que cuarenta ya son muchos (para mí).
Cantante vivo o muerto que te gustaría abrazar: Vivo, Iggy Pop. No vivo, Gustavo Cerati.
El perfecto guitarrista para tu banda: David Gilmour o Eric Clapton.
Autor vivo o muerto con quien te gustaría hablar: Alberto Chimal, hay tantos consejos que le quisiera pedir.
Actor que más odias: Edward Norton.