sábado, 19 de marzo de 2011

Jueves 17 de Marzo

Es cierto que estos días todo se ha sentido mas absurdo, vació, insignificante y sin sentido. Culpo a las cosas que están siguiendo sin mi. Pero ahora vengo a hablar sobre una de las pocas experiencias que han valido la pena en los últimos meses y tal vez la vida en general.
De principio a fin el día fue especial, completamente fuera de lo común, aunque siempre me ha gustado viajar y mas en carretera, el destino ahora es fue mas especial. Seré mas especifica.
El miércoles a eso de las 10:30 de la noche se me informo que seria parte del grupo que al día siguiente viajaría hasta Monterrey para ver el concierto de Iron Maiden. El miércoles en la noche me avisan que iría, a no se que tuviera algo mejor que hacer ¿Que podría ser mejor? No puedo pensar en nada, no me imagino nada. Ya una vez me perdí un examen, bastante importante, por ver a Iron Maiden por primera vez, ahora que no había nada que hacer, nada importaba, solo era el viaje.
Podría esta entrada tratarse de el concierto, podría describirlo, podría hacer una reseña sobre lo espectacular que fue; en cambio hablare sobre las extrañas situaciones que lo rodearon. La sola idea que se me avisara unas cuantas horas antes, le quita ilusión. No me dieron la oportunidad de emocionarme, de imaginar, de tener espectativas, ni de presumir siquiera. De hecho paso como de golpe, como de repente. Sin darme cuenta estaba en el vehículo en camino, y de regreso cuando alguien se dio cuenta que no llevaba las entradas, así que no estando demaciado lejos regresamos, y de nuevo al camino. El camino fue algo largo pero no tedioso, después estaba lleno de gente emocionada y música estridente. Después de horas sentados llegamos a pasar horas en el sol esperando y paseando por el Parque Fundidora, tomando fotos como locos.
Si tuviera la intención de describir el concierto, no encontraría las palabras, serian insuficientes. Solo puedo decir que fue mas de los que esperaba, aunque no me dieron tiempo de tener espectativas como ya mencione. Pero fue increíble, un gran experiencia, de principio a fin y mas toda vía, el imaginarlo, el recordarlo, por que es como un sueño, como si fuera algo tan irreal que es difícil de creer, difícil creer que en realidad paso, como si hubiera sido hace mucho. Pero tengo fotos que lo prueban, recuerdos que existen. Aun me cuesta creer que estuve ahí.
Aunque la ultima vez estuve mas cerca y por momentos tenerlos a metros y justo enfrente (experiencia aun mas irreal) puedo decir que esta vez lo disfrute mas. Esta vez vi el concierta y no solo espaldas, pude ver todo, y ya estuve cerca una vez, ya estuve en el relajo una vez, ahora me toco disfrutar todo, y por encima de muchos mas.
24 horas inolvidables; y digo 24 por que desperté a las 5:45 de la madrugada del jueves y me dormí a las 6:15 de la madrugada del viernes.
Quiero vivirlo otra vez.

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