martes, 17 de junio de 2014

El nacimiento del sol


Besh: la nada y la luz
Baa: el sol
Inoh: la luna
Grev: la tierra
Lalra: el cielo

Lalra y Grev nacieron de la tierra, escribieron sus nombre en el lodo antes de hablar, no tenían ojos, no veían el mal, no había mal, andaban entre la tierra por que la sentían respirar. Nacieron y Baa les dio nombres, cuando la tierra dejo de moverse les dio bocas, pero aun no podían hablar, gemían y de sus gemidos formaron montañas y ríos. Cuando hubo montañas y ríos Baa les dio oídos y escucharon sus propios gemidos y formaron sonidos y canciones; entonces se creo el cielo, tuvo color y tuvo estrellas, pero sin luna ni sol. Pintaron de colores la tierra con sus canciones, pero sólo existían sus voces y Baa les preguntó, preguntó los nombres que escribieron al nacer y dijeron Lalra y Grev, y crearon las palabras, de las palabras vino el sonido y de los sonidos otros gemidos, que se transformaron en patas, en hocicos y orejas; criaturas amorfas poblaron la tierra. Todos eran ciegos, se movían por las voces, los gemidos y los sonidos de la tierra. Baa no era ciego, era el único que podía ver lo que se había creado, se sentaba en el monte más alto y veía todo, le sorprendía lo burdo y perfecto.
Baa nació de Besh, de sus lagrimas, de su semen nació Inoh, esposa de Baa. Inoh y Baa copulaban en la nada, pero no creaban nada. Copularon en la luz y crearon luz. Los pies de Besh estaban rotos, los rompió el mismo para estar a la altura en la nada y en la luz, sus partes crecieron solas y crearon la tierra. Baa e Inoh copularon en la tierra y de la luz, la tierra se movió. Baa penetró a Inoh y de su semen en la tierra que se movía, retorciéndose salieron Lalra y Grev.
Baa que veía e Inoh que sentía copulaban siempre en la luz, creando luz, el cielo se iluminaba y se partía en dos, las estrellas temblaban y tambaleaban la tierra. Pero sólo Baa lo veía, las luces se cuarteaban en miles de colores y en líneas de cristal que caían sobre la tierra, la belleza la sintió Baa por primera vez, besó el rostro de Inoh y le dio ojos y ella vio, vio lo magnifico de la luz y en el cielo quebrado en luces y colores apareció la luna, blanca como los ojos de Inoh.
En la noche perpetua sólo Baa estaba con Inoh, no existían los sexos en la vida creada, todos caminaban sin hambre, sin placer y sin pena, sin frío ni calor, ni tristeza ni alegría. Inoh que veía, vio a Lalra y Grev arrastrándose, los jalo y los paro en dos pies, los vio iguales y le pidió a Baa hacerlos como ellos, esposos. Baa dijo que si hacían eso, seguirían creando, pero ellos ya no podrían; le pidió que les diera ojos, pero Baa dijo que no se atrevía. Le dijo que sólo Besh decidiría, pero Besh se había cortado brazos y piernas y estaba a punto de no existir, dejaría la creación para sus hijos Baa e Inoh.
Inoh busco a Besh que se volvía nada y pidió vida para Lalra y Grev, para que fueran más que criaturas y crearan como ella. Crear es sólo para el que tiene voluntad, dijo él. La nada ya no la tiene, se hará con la luz y podrán seguir creando. Sus miembros se partieron y se esparcieron. Ellos no tienen voluntad - le dijo Baa a Inoh- han gemido y nada más, se han arrastrado y nada más. Les enseñaste a decir sus nombres y nacieron escribiéndolos, podes enseñarles a crear – dijo Inoh a Baa; les daré mi voluntad – agregó.
Baa e Inoh copularon y crearon una vez más; la luna se quebró, adelgazaba y se llenaba una vez más; cada vez que él la penetraba la tierra se abría y se sacudía, las criaturas entraban en ella y eran escupidas con nuevas formas, con nuevos colores. Lalra y Grev fueron tragados y esculpidos en la tierra con forma de hombre y de mujer, en la tierra que los entrego copularon también, Grev penetró a Lalra y el cielo se partió en dos, se decoloro y se atraganto en luz como aquella vez que la noche nació. Lalra y Grev conocían las palabras y crearon los sonidos y de sus sonidos nacieron los nombres, el día y la noche. Del cielo partido Baa se maravilló, les dio su lenguaje y les dio ojos, por qué ahora él no podrá crear. Lalra y Grev miraron el cielo que crearon y había sólo sol. Más tarde después de los alimentos que crecían en la tierra y la carne de los animales que ahora existían, llegó la noche y sólo la luna. Nunca vieron a sus padres, pero de noche copularon y crearon, como sería su voluntad.

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