SEXTINA DEL VAMPIRO
Neil Gaiman (trad. de Alberto Chimal)
Espero aquí en los límites del sueño,
envuelto en sombras. Sabe el aire a noche,
nueva y helada. Yo espero a mi amor.
La luna deja sin color su tumba.
Ya viene. Iremos por el bello mundo,
oscuros, tras de la exquisita sangre.
*
Es juego solitario el de la sangre;
pero el derecho de buscar un sueño
no lo abandono ni por todo el mundo.
La luna quita sombras a la noche.
De pie en lo oscuro, miro hacia su tumba.
No-muerta amada… ¿Mi no-muerta? ¿Amor?
*
Soñé contigo; supe que el amor
era más que la vida y que la sangre.
El sol quiso sacarme de mi tumba—
a mí, más que cadáver y en mi sueño.
Lo logró su partida y en la noche
salí, como un vapor, de nuevo al mundo.
*
Por siglos he vagado por el mundo,
dando un regalo que parece amor.
Robar un beso; volver a la noche,
saciado por la vida y por la sangre;
y a la mañana ser de nuevo un sueño,
un cuerpo helándose en su propia tumba.
*
No te haré daño, dije. No soy tumba
en la que te destruyan tiempo y mundo.
Te ofrezco una verdad mayor que el sueño,
a cambio solamente de tu amor.
No te preocupes, dije, que la sangre
sabe mejor corriendo y por la noche.
*
A veces mis amantes, por la noche,
salen; si no, se pudren en la tumba:
no disfrutan del cuerpo ni la sangre,
de caminar por la sombras del mundo;
las comen los gusanos… Oh, mi amor,
ellos dicen que has vuelto, allá, en mi sueño.
*
Esperé ante tu tumba media noche.
No sales de tu sueño a buscar sangre.
Buenas noches, mi amor. Te ofrecí el mundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario