*Trabajo académico presentado para la clase Literatura Griega y Romana del tercer semestre de la licenciatura en letras de la Universidad Autónoma de Zacatecas
Siempre existirán historias que contar, figuras a
seguir, sueños que realizar y viajes que tomar. La historia de la humanidad está
plagada de mitos que tratan de explicar el porqué de las cosas. Continuamente encontraremos
a los héroes que servirán de inspiración a generaciones, que alcanzan incluso
ahora en esta época, como parte
del inconsciente colectivo. Aquellos que han sufrido decepciones
y pérdidas, han obtenido recompensas y conocimiento, para sobrevivir en el
mundo como nuevos hombres y mujeres.
La
Eneida, obra del poeta Virgilio, nos
presenta a Eneas, un hombre con un destino y un ciclo que completar. En este
viaje encontrará desafíos y pruebas que lo conviertan en un verdadero héroe,
sin embargo su aprendizaje se pagará con sacrificios que marcaran su camino. En
la búsqueda por salir de una Troya agonizante, pierde compañeros y una patria,
sin embargo pierde también una esposa, una compañera de vida. Una mujer que se
aferra a su lugar a lado de su esposo y toma su lugar quedándose en una acabada
Troya.
¿Qué es lo que significa cualquier pérdida en el
viaje de Eneas? Principalmente, el significado de perder una esposa en un
momento de caos y tensión. Será ¿Qué no hay lugar para una vida más?
especialmente aquel que se aferra a su familia y a sus raíces. Es de llamar la
atención que Eneas pierda una esposa, cuando en contraste, justamente a Ulises
lo esperaba fervientemente su mujer en La
Odisea de Homero, ya este viaje era un regreso a casa, de otra aventura
diferente, un continuar con la vida diaria, que es lo que representa la familia
y la patria de Ulises. Y, aunque cumple con las características del héroe
mitológico la diferencia es notoria, en La
Eneida, hablamos de un nuevo comienzo, mientras que La Odisea es el verdadero final del ciclo heroico.
Finalmente Eneas vuelve a la soledad, siendo
obligado a dejar a su compañera y más adelante a abandonar a la Reina Dido.
Eneas tiene un destino, una aventura o viaje heroico que seguir, sin embargo
¿Cuál es el costo de este viaje?
En todos los mitos, historias o leyendas existen
personajes que son obligados a salir de su entorno en busca de algo más grande
e impresionante. Ya sean personas que siempre han soñado con aventuras, o
aquellos que no tienen más opción que seguir un destino prestablecido. Atrozmente
los enemigos griegos han devastado el hogar y la vida de los troyanos. La cruel
guerra por una mujer, era en verdad por el territorio más allá del mar. Eneas,
hijo de la diosa Venus ha sido obligado a cambiar su vida, sin embargo en su
destino está escrito el más grande imperio.
El héroe mitológico es aquel arquetipo que ha
inspirado generaciones, es a través de ellos que la cultura humana sitúa sus
grandes sueños e ideales. Son, como menciona Joseph Campbell en su libro El Héroe de las mil caras[1]: […] las imágenes básicas del ritual, de
la mitología y de la visión.[2]
Una visión cosmogónica de la realidad.
Campbell define al héroe como: el hombre o la mujer que ha sido capaz de
combatir y triunfar sobre sus limitaciones históricas personales y locales y ha
alcanzado las formas humanas generales, válidas y normales.[3] Eneas es un tipo heroico
cuyo destino ya está escrito, fue arrebatado violentamente de su entorno, alterando
su vida. Su viaje es la única forma de seguir con su vida, la única forma de
ayudar a sus seres amados, de esa manera triunfar sobre las adversidades y sus
propias limitaciones.
Un hombre común para poder convertirse en héroe,
según Joseph Campbell, debe de pasar ciertas pruebas que completen su viaje
personal, del cual el regreso le dará la habilidad de ayudar a quienes lo
rodean. Como todo héroe, busca un hogar y la paz para su familia. Sin embargo
ha dejado atrás, algo más que Troya. Es ese sacrificio en el quisiera
profundizar más adelante.
Antes de la aventura, el héroe debe profundizar en
sí mismo. A esta etapa Campbell la nombra: La negativa al llamado. Eneas debe
tomar el destino en sus manos, debe de hacer una introspección para que así su
viaje sea legítimo. Puede elegir si continuar o seguir un camino contrario. Siempre
buscando su destino por su propia convicción, a diferencia de otros héroes
mitológicos, que no poseen el libre albedrio para elegir.
La aventura ha comenzado, Eneas ahora tiene el
propósito, no sólo de proteger a los suyos, sino de llegar a las costas de
Italia, dónde debe alzar las murallas de una nueva Troya, dando paso a los
Romanos que conquistaran el mundo conocido. Su camino es oscuro e incierto; esta
frente a lo desconocido, frente al peligro, esta incertidumbre provoca miedo,
incluso terror o pánico, El héroe debe anteponerse ante estas emociones. El
peligro desaparece para aquel que es capaz de enfrentarlo. Campbell menciona el
viaje o la aventura describiéndolo de esta manera:
La travesía del héroe mitológico puede ser,
incidentalmente, concreta, pero fundamentalmente es interior, en profundidades
donde se vencen oscuras resistencias, donde reviven fuerzas olvidadas y
perdidas por largo tiempo que se preparan para la transfiguración del mundo[4]
La aventura es un ciclo, el viaje es un rito, ya
que su propósito es renacer del caos. El tiempo es un ciclo sin fin, una
repetición de sí mismo. El ciclo comenzara de nuevamente cuando: la tempestad y la desolación hayan llegado a
un punto insoportable.[5] Es en este punto en el que
comienzan las pruebas, y los ritos que deben suceder para llegar a la aventura.
El héroe debe dejar algo atrás.
Se podría decir que verdadera finalidad de la
aventura, es el conocimiento sagrado, que lo convierta en una mejor versión de
sí mismo, capaz de las cosas a las que antes no podía aspirar. Se debe de hablar del rito en un contexto
religioso, porqué precisamente la religión (de una manera simple) es una
experiencia personal en busca de lo sagrado. El historiador, experto en
religiones Mircea Eliade en su libro Lo
Sagrado y lo Profano, ve al sacrificio partiendo desde el rito, que
ejemplifica como: […] Sufrimientos,
muerte y resurrección (renacimiento).[6] Son ciertos modelos, los cuales
deben cumplirse para llegar al destino que se le ha prometido al héroe.
Para llegar a este conocimiento, el sufrimiento es
inevitable. Según Eliade El conocimiento
sagrado y, por extensión, la sabiduría se conciben como fruto de una iniciación[7] La verdadera iniciación
sólo puede ocurrir por medio de un intercambio, el intercambio debe de ser la
muerte, ya que el héroe aspira a algo mucho más grande de lo que puede
imaginar, debe de estar dispuesto a una perdida de tal magnitud. Eliade explica
que aquel que busque que su nueva construcción (en este caso un imperio) sea
duradera, esta debe de recibir una vida y un alma. Esta transferencia sólo
puede ser posible por medio de un sacrificio sangriento. [8] La muerte siempre esta
seguida de un nuevo nacimiento.
Dentro de la obra de Virgilio los sacrificios que
deben pagarse por la nueva vida de Eneas son varios. Pierde a su padre, destroza
en corazón de la Reina Dido quien se quita la vida, pierde a sus amigos y deja
a Troya en llamas a manos de los griegos. Es en esta misma Troya caída, que su
esposa Creúsa se pierde en la locura de la masacre. El sacrificio de Creúsa es
claramente necesario para la nueva vida y el destino que le espera.
La vida de los troyanos se apaga, sin embargo Venus
le da una nueva oportunidad a su hijo e intercede por el. La ayuda divina es
fundamental en el viaje del héroe, pero llegará el momento en que deba salir solo
al mundo y enfrentar los miedos y peligros que le esperan. En su nuevo hogar
encontrara una nueva esposa, que le dará el poder de gobernar a los nativos. En
Italia la gente espera ser gobernada, pero la descendencia que gobernara en
Italia debe de ser de sangre italiana, sólo su nueva esposa le dará el carácter
de Rey. Sin embargo Creúsa existe sólo lado de Eneas, incluso hasta el final de
sus días. Ella se cuenta a sí misma y a su hijo a lado de su esposo, y se
arroja a sus pies diciendo:
Si te diriges a la muerte, llévanos también a
nosotros. Y si tienes tanta fe en tu experiencia y bravura, y fincas alguna
esperanza en el poder de tus armas que has tomado, entonces defiende antas que
nada este palacio. ¿Por qué abandonas a tu pequeño Iulo, a tu padre y a la
mujer que en otro tiempo llamabas esposa?[9]
El deber de Creúsa está claro que como mujer existe
a lado de su esposo, aquel hombre que ha jurado seguir. Ella expresa que ese
deber existe incluso en la muerte, su intención es persuadirlo a salir de Troya,
preservar la vida de él, y de su familia, es ese el real propósito de Creúsa,
darle la razón a Eneas de seguir. En este punto su razón de ser es persuadirlo
de pelear, encaminarse a salir de Troya con su familia.
La nueva imagen es la destrucción, pero a mitad de
eso es la visión de la calma cuando Creúsa está nuevamente frente a Eneas. La
vida de Creúsa se ha apagado, sólo así cumplirá su destino. Esta visión
expresa: “Tú vida en Troya se ha acabado”. Ya no hay nada que ate al héroe,
sólo se puede avanzar. Dentro del rito esta perdida significa un proceso: […] la muerte viene a considerarse como la
suprema iniciación, como el comienzo de una nueva existencia espiritual […][10] La regeneración de aquello
que debe morir.
Todo cambia, nada muere. Es la idea principal
dentro del pensamiento cosmogónico del sacrificio de acuerdo a Mircea Eliade.
El rito es un ciclo infinito, el cual debe completarse para dar comienzo a otra
cosa. La vida debe cambiar, el propósito de Eneas es el de crear un nuevo mundo
a partir de la muerte de otro; asumir la responsabilidad de mantenerlo y
renovarlo. Su existencia se compromete a llevarlo a cabo.
Aunque esta claro que la caída de Troya es
inevitable, su recuerdo como la imagen de Creúsa es una forma de darle valor al
héroe, que debe dejar atrás ese ciclo, manteniendo siempre el sacrificio como
una remembranza sobre que, lo que se avecina valdrá la pena. Creúsa le dice a
su esposo: Ya no llores más por tu
querida Creúsa.[11] Quien muere como
troyana, no sufre las infamias de ser una esclava, ni de servir a griegos.
Menciona orgullosa sus raíces […]
yo seguiré como siempre, siendo dardánida […] La poderosa madre de los dioses me retendrá para siempre en estas
riberas […][12] Creúsa vivirá por siempre
en las tierras de Ilión, dónde verdaderamente pertenece.
Ahora que el sacrificio se ha consumado y el ciclo
termino. Es momento de continuar con la aventura. Las pruebas, por las que el
héroe debe pasar dan comienzo a la búsqueda del conocimiento y la experiencia.
Ahora es cuando el héroe debe cruzar el “umbral” como lo nombra Campbell, mejor
dicho lo desconocido. Anquises, padre de Eneas, le habla a su hijo en sueños,
le dice: […] desciende a las moradas
infernales de Dite y, penetrando en el profundo averno, ve, hijo, […] Allí te conducirá la casta Sibila […] entonces conocerás toda tu descendencia y
qué ciudades te están destinadas […][13] A Eneas le revelan su
misión en el inframundo, lo que debe aprender sólo lo descubrirá más allá de la
vida, este conocimiento sagrado no se le puede otorgar en los dominios del
hombre. En las tierras de Plutón, descubre y entiende sucesos que le abren la puerta
a “este” conocimiento. Eneas ve a su padre, conoce el destino de la Reina Dido
y finalmente entiende por completo el porqué de su viaje y de su destino. El
sacrificio, el rito y el viaje han dejado su aprendizaje, ahora él debe vencer
a la muerte, de nuevo aparece el concepto de la resurrección.
El héroe en vez de conciliar o conquistar el
umbral, es tragado por lo desconocido y pareciera que ha muerto; Joseph
Campbell lo llama el vientre de la ballena, dónde una parte de él morirá. Se
liberará de su ego y deberá pasar las pruebas con humildad, siempre ayudado por
agentes divinos, consejos y sabiduría
que ha encontrado en su camino. Dice Joseph Campbell: La verdadera
prueba es una profundización del yo […] la pregunta es ¿Puede el ego exponerse a la
muerte?[14] De nuevo ocurre una muerte, una muerte
espiritual. El Eneas que ha dejado Troya, muere en su descenso al inframundo,
pero renace más sabio y capaz cuando sale de las puertas del infierno.
Ahora su aprendizaje será puesto a prueba. Eneas
debe probar que es digno de tal destino y del nuevo mundo y la nueva vida que
le esperan. Esta prueba es su conflicto con Turno. Ambos pelean por el poder de
Italia, por la mano de una mujer que implica un reino. Esta es la ultima prueba
en el viaje.
En conclusión, Eneas finalmente resurge del
infierno, llegó el momento de mostrarse a si mismo como el nuevo regidor,
completamente capaz y de completar el viaje. El rito termina al vencer a Turno
en un evento de vida o muerte. Eneas sale triunfante, todo un héroe completo
que ha cumplido con su destino, su viaje y su aprendizaje. Él regresará de su
aventura portando una nueva sabiduría y la habilidad de cuidar a aquellos que
desea proteger, regresará con la virtud para enfrentarse a la nueva etapa que
le espera. Se ha alzado frente a la adversidad.
Dentro del rito por el cual Eneas debe de pasar
para completar su destino y llegar a su nuevo hogar, el sacrificio por el nuevo
comienzo: la muerte de Creúsa, pues su razón de ser ha terminado, en esta nueva
vida no hay lugar para ella. También la caída de Troya, cuya existencia está
relacionada, así como el descenso al inframundo. El final de una vida y el pago
por el nuevo ciclo que comenzará, del nuevo Eneas que ha de llegar a Italia.
Para finalizar, el aprendizaje real es el
entendimiento de que todo nuevo comienzo, requiere un sacrificio de igual
magnitud, una muerte que mantenga el equilibrio dentro del ciclo. La razón de
la muerte de su esposa es abrirse a nuevas posibilidades dentro del camino, sin
una esposa que le ate a Troya, pero sí una familia que proteger y un recuerdo
que le ayude a continuar. Ahora existe la posibilidad de gobernar realmente en
otras tierras. Finalmente el héroe ha de renacer.
[1]
Obra que en la Campbell que analiza el arquetipo del héroe mitológico.
[2]
CAMPBELL, Joseph, El héroe de las mil
caras, Fondo de cultura Económica, México, 1959, p. 19.
[3]
Ibídem.
[4]
Ídem, p. 24.
[5]
Ídem, p. 149.
[6]
ELIADE, Mircea, Lo sagrado y lo profano,
Guadarrama/Punto Omega, 4ta Ed., traducción de Luis Gil, 1981 p. 120
[7]
Ídem, p. 121
[8]
Ídem, p. 36
[9]
Virgilio, La Eneida, Grupo Editorial
Tomo, 2010, México, p. 61.
[10]
ELIADE, Mircea, Óp. Cit., p. 121
[11]
Virgilio, Óp. Cit., p. 65
[12]
Ibídem.
[13]
Ídem, p. 141.
[14]
CAMPBELL, Joseph, Óp. Cit., p, 67.
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