sábado, 16 de noviembre de 2013

El sacrificio heroico: La muerte de Creúsa y la caída de Troya, el verdadero comienzo del viaje

*Trabajo académico presentado para la clase Literatura Griega y Romana del tercer semestre de la licenciatura en letras de la Universidad Autónoma de Zacatecas


Siempre existirán historias que contar, figuras a seguir, sueños que realizar y viajes que tomar. La historia de la humanidad está plagada de mitos que tratan de explicar el porqué de las cosas. Continuamente encontraremos a los héroes que servirán de inspiración a generaciones, que alcanzan incluso ahora en esta época, como parte del inconsciente colectivo. Aquellos que han sufrido decepciones y pérdidas, han obtenido recompensas y conocimiento, para sobrevivir en el mundo como nuevos hombres y mujeres.
La Eneida, obra del poeta Virgilio, nos presenta a Eneas, un hombre con un destino y un ciclo que completar. En este viaje encontrará desafíos y pruebas que lo conviertan en un verdadero héroe, sin embargo su aprendizaje se pagará con sacrificios que marcaran su camino. En la búsqueda por salir de una Troya agonizante, pierde compañeros y una patria, sin embargo pierde también una esposa, una compañera de vida. Una mujer que se aferra a su lugar a lado de su esposo y toma su lugar quedándose en una acabada Troya.
¿Qué es lo que significa cualquier pérdida en el viaje de Eneas? Principalmente, el significado de perder una esposa en un momento de caos y tensión. Será ¿Qué no hay lugar para una vida más? especialmente aquel que se aferra a su familia y a sus raíces. Es de llamar la atención que Eneas pierda una esposa, cuando en contraste, justamente a Ulises lo esperaba fervientemente su mujer en La Odisea de Homero, ya este viaje era un regreso a casa, de otra aventura diferente, un continuar con la vida diaria, que es lo que representa la familia y la patria de Ulises. Y, aunque cumple con las características del héroe mitológico la diferencia es notoria, en La Eneida, hablamos de un nuevo comienzo, mientras que La Odisea es el verdadero final del ciclo heroico.
Finalmente Eneas vuelve a la soledad, siendo obligado a dejar a su compañera y más adelante a abandonar a la Reina Dido. Eneas tiene un destino, una aventura o viaje heroico que seguir, sin embargo ¿Cuál es el costo de este viaje?
En todos los mitos, historias o leyendas existen personajes que son obligados a salir de su entorno en busca de algo más grande e impresionante. Ya sean personas que siempre han soñado con aventuras, o aquellos que no tienen más opción que seguir un destino prestablecido. Atrozmente los enemigos griegos han devastado el hogar y la vida de los troyanos. La cruel guerra por una mujer, era en verdad por el territorio más allá del mar. Eneas, hijo de la diosa Venus ha sido obligado a cambiar su vida, sin embargo en su destino está escrito el más grande imperio.
El héroe mitológico es aquel arquetipo que ha inspirado generaciones, es a través de ellos que la cultura humana sitúa sus grandes sueños e ideales. Son, como menciona Joseph Campbell en su libro El Héroe de las mil caras[1]: […] las imágenes básicas del ritual, de la mitología y de la visión.[2] Una visión cosmogónica de la realidad.
Campbell define al héroe como: el hombre o la mujer que ha sido capaz de combatir y triunfar sobre sus limitaciones históricas personales y locales y ha alcanzado las formas humanas generales, válidas y normales.[3] Eneas es un tipo heroico cuyo destino ya está escrito, fue arrebatado violentamente de su entorno, alterando su vida. Su viaje es la única forma de seguir con su vida, la única forma de ayudar a sus seres amados, de esa manera triunfar sobre las adversidades y sus propias limitaciones.
Un hombre común para poder convertirse en héroe, según Joseph Campbell, debe de pasar ciertas pruebas que completen su viaje personal, del cual el regreso le dará la habilidad de ayudar a quienes lo rodean. Como todo héroe, busca un hogar y la paz para su familia. Sin embargo ha dejado atrás, algo más que Troya. Es ese sacrificio en el quisiera profundizar más adelante.
Antes de la aventura, el héroe debe profundizar en sí mismo. A esta etapa Campbell la nombra: La negativa al llamado. Eneas debe tomar el destino en sus manos, debe de hacer una introspección para que así su viaje sea legítimo. Puede elegir si continuar o seguir un camino contrario. Siempre buscando su destino por su propia convicción, a diferencia de otros héroes mitológicos, que no poseen el libre albedrio para elegir.
La aventura ha comenzado, Eneas ahora tiene el propósito, no sólo de proteger a los suyos, sino de llegar a las costas de Italia, dónde debe alzar las murallas de una nueva Troya, dando paso a los Romanos que conquistaran el mundo conocido. Su camino es oscuro e incierto; esta frente a lo desconocido, frente al peligro, esta incertidumbre provoca miedo, incluso terror o pánico, El héroe debe anteponerse ante estas emociones. El peligro desaparece para aquel que es capaz de enfrentarlo. Campbell menciona el viaje o la aventura describiéndolo de esta manera:
La travesía del héroe mitológico puede ser, incidentalmente, concreta, pero fundamentalmente es interior, en profundidades donde se vencen oscuras resistencias, donde reviven fuerzas olvidadas y perdidas por largo tiempo que se preparan para la transfiguración del mundo[4]
La aventura es un ciclo, el viaje es un rito, ya que su propósito es renacer del caos. El tiempo es un ciclo sin fin, una repetición de sí mismo. El ciclo comenzara de nuevamente cuando: la tempestad y la desolación hayan llegado a un punto insoportable.[5] Es en este punto en el que comienzan las pruebas, y los ritos que deben suceder para llegar a la aventura. El héroe debe dejar algo atrás.
Se podría decir que verdadera finalidad de la aventura, es el conocimiento sagrado, que lo convierta en una mejor versión de sí mismo, capaz de las cosas a las que antes no podía aspirar.  Se debe de hablar del rito en un contexto religioso, porqué precisamente la religión (de una manera simple) es una experiencia personal en busca de lo sagrado. El historiador, experto en religiones Mircea Eliade en su libro Lo Sagrado y lo Profano, ve al sacrificio partiendo desde el rito, que ejemplifica como: [] Sufrimientos, muerte y resurrección (renacimiento).[6] Son ciertos modelos, los cuales deben cumplirse para llegar al destino que se le ha prometido al héroe.
Para llegar a este conocimiento, el sufrimiento es inevitable. Según Eliade El conocimiento sagrado y, por extensión, la sabiduría se conciben como fruto de una iniciación[7] La verdadera iniciación sólo puede ocurrir por medio de un intercambio, el intercambio debe de ser la muerte, ya que el héroe aspira a algo mucho más grande de lo que puede imaginar, debe de estar dispuesto a una perdida de tal magnitud. Eliade explica que aquel que busque que su nueva construcción (en este caso un imperio) sea duradera, esta debe de recibir una vida y un alma. Esta transferencia sólo puede ser posible por medio de un sacrificio sangriento. [8] La muerte siempre esta seguida de un nuevo nacimiento.
Dentro de la obra de Virgilio los sacrificios que deben pagarse por la nueva vida de Eneas son varios. Pierde a su padre, destroza en corazón de la Reina Dido quien se quita la vida, pierde a sus amigos y deja a Troya en llamas a manos de los griegos. Es en esta misma Troya caída, que su esposa Creúsa se pierde en la locura de la masacre. El sacrificio de Creúsa es claramente necesario para la nueva vida y el destino que le espera.
La vida de los troyanos se apaga, sin embargo Venus le da una nueva oportunidad a su hijo e intercede por el. La ayuda divina es fundamental en el viaje del héroe, pero llegará el momento en que deba salir solo al mundo y enfrentar los miedos y peligros que le esperan. En su nuevo hogar encontrara una nueva esposa, que le dará el poder de gobernar a los nativos. En Italia la gente espera ser gobernada, pero la descendencia que gobernara en Italia debe de ser de sangre italiana, sólo su nueva esposa le dará el carácter de Rey. Sin embargo Creúsa existe sólo lado de Eneas, incluso hasta el final de sus días. Ella se cuenta a sí misma y a su hijo a lado de su esposo, y se arroja a sus pies diciendo:
Si te diriges a la muerte, llévanos también a nosotros. Y si tienes tanta fe en tu experiencia y bravura, y fincas alguna esperanza en el poder de tus armas que has tomado, entonces defiende antas que nada este palacio. ¿Por qué abandonas a tu pequeño Iulo, a tu padre y a la mujer que en otro tiempo llamabas esposa?[9]
El deber de Creúsa está claro que como mujer existe a lado de su esposo, aquel hombre que ha jurado seguir. Ella expresa que ese deber existe incluso en la muerte, su intención es persuadirlo a salir de Troya, preservar la vida de él, y de su familia, es ese el real propósito de Creúsa, darle la razón a Eneas de seguir. En este punto su razón de ser es persuadirlo de pelear, encaminarse a salir de Troya con su familia.
La nueva imagen es la destrucción, pero a mitad de eso es la visión de la calma cuando Creúsa está nuevamente frente a Eneas. La vida de Creúsa se ha apagado, sólo así cumplirá su destino. Esta visión expresa: “Tú vida en Troya se ha acabado”. Ya no hay nada que ate al héroe, sólo se puede avanzar. Dentro del rito esta perdida significa un proceso: [] la muerte viene a considerarse como la suprema iniciación, como el comienzo de una nueva existencia espiritual [][10] La regeneración de aquello que debe morir.
Todo cambia, nada muere. Es la idea principal dentro del pensamiento cosmogónico del sacrificio de acuerdo a Mircea Eliade. El rito es un ciclo infinito, el cual debe completarse para dar comienzo a otra cosa. La vida debe cambiar, el propósito de Eneas es el de crear un nuevo mundo a partir de la muerte de otro; asumir la responsabilidad de mantenerlo y renovarlo. Su existencia se compromete a llevarlo a cabo.
Aunque esta claro que la caída de Troya es inevitable, su recuerdo como la imagen de Creúsa es una forma de darle valor al héroe, que debe dejar atrás ese ciclo, manteniendo siempre el sacrificio como una remembranza sobre que, lo que se avecina valdrá la pena. Creúsa le dice a su esposo: Ya no llores más por tu querida Creúsa.[11] Quien muere como troyana, no sufre las infamias de ser una esclava, ni de servir a griegos. Menciona orgullosa sus raíces [] yo seguiré como siempre, siendo dardánida […] La poderosa madre de los dioses me retendrá para siempre en estas riberas […][12] Creúsa vivirá por siempre en las tierras de Ilión, dónde verdaderamente pertenece.
Ahora que el sacrificio se ha consumado y el ciclo termino. Es momento de continuar con la aventura. Las pruebas, por las que el héroe debe pasar dan comienzo a la búsqueda del conocimiento y la experiencia. Ahora es cuando el héroe debe cruzar el “umbral” como lo nombra Campbell, mejor dicho lo desconocido. Anquises, padre de Eneas, le habla a su hijo en sueños, le dice: […] desciende a las moradas infernales de Dite y, penetrando en el profundo averno, ve, hijo, […] Allí te conducirá la casta Sibila […] entonces conocerás toda tu descendencia y qué ciudades te están destinadas […][13] A Eneas le revelan su misión en el inframundo, lo que debe aprender sólo lo descubrirá más allá de la vida, este conocimiento sagrado no se le puede otorgar en los dominios del hombre. En las tierras de Plutón, descubre y entiende sucesos que le abren la puerta a “este” conocimiento. Eneas ve a su padre, conoce el destino de la Reina Dido y finalmente entiende por completo el porqué de su viaje y de su destino. El sacrificio, el rito y el viaje han dejado su aprendizaje, ahora él debe vencer a la muerte, de nuevo aparece el concepto de la resurrección.
El héroe en vez de conciliar o conquistar el umbral, es tragado por lo desconocido y pareciera que ha muerto; Joseph Campbell lo llama el vientre de la ballena, dónde una parte de él morirá. Se liberará de su ego y deberá pasar las pruebas con humildad, siempre ayudado por agentes divinos, consejos y sabiduría  que ha encontrado en su camino. Dice Joseph Campbell: La verdadera prueba es una profundización del yo […] la pregunta es ¿Puede el ego exponerse a la muerte?[14] De nuevo ocurre una muerte, una muerte espiritual. El Eneas que ha dejado Troya, muere en su descenso al inframundo, pero renace más sabio y capaz cuando sale de las puertas del infierno.
Ahora su aprendizaje será puesto a prueba. Eneas debe probar que es digno de tal destino y del nuevo mundo y la nueva vida que le esperan. Esta prueba es su conflicto con Turno. Ambos pelean por el poder de Italia, por la mano de una mujer que implica un reino. Esta es la ultima prueba en el viaje.
En conclusión, Eneas finalmente resurge del infierno, llegó el momento de mostrarse a si mismo como el nuevo regidor, completamente capaz y de completar el viaje. El rito termina al vencer a Turno en un evento de vida o muerte. Eneas sale triunfante, todo un héroe completo que ha cumplido con su destino, su viaje y su aprendizaje. Él regresará de su aventura portando una nueva sabiduría y la habilidad de cuidar a aquellos que desea proteger, regresará con la virtud para enfrentarse a la nueva etapa que le espera. Se ha alzado frente a la adversidad.
Dentro del rito por el cual Eneas debe de pasar para completar su destino y llegar a su nuevo hogar, el sacrificio por el nuevo comienzo: la muerte de Creúsa, pues su razón de ser ha terminado, en esta nueva vida no hay lugar para ella. También la caída de Troya, cuya existencia está relacionada, así como el descenso al inframundo. El final de una vida y el pago por el nuevo ciclo que comenzará, del nuevo Eneas que ha de llegar a Italia.
Para finalizar, el aprendizaje real es el entendimiento de que todo nuevo comienzo, requiere un sacrificio de igual magnitud, una muerte que mantenga el equilibrio dentro del ciclo. La razón de la muerte de su esposa es abrirse a nuevas posibilidades dentro del camino, sin una esposa que le ate a Troya, pero sí una familia que proteger y un recuerdo que le ayude a continuar. Ahora existe la posibilidad de gobernar realmente en otras tierras. Finalmente el héroe ha de renacer.




[1] Obra que en la Campbell que analiza el arquetipo del héroe mitológico.
[2] CAMPBELL, Joseph, El héroe de las mil caras, Fondo de cultura Económica, México, 1959, p. 19.
[3] Ibídem.
[4] Ídem, p. 24.
[5] Ídem, p. 149.
[6] ELIADE, Mircea, Lo sagrado y lo profano, Guadarrama/Punto Omega, 4ta Ed., traducción de Luis Gil, 1981 p. 120
[7] Ídem, p. 121
[8] Ídem, p. 36
[9] Virgilio, La Eneida, Grupo Editorial Tomo, 2010, México, p. 61.
[10] ELIADE, Mircea, Óp. Cit., p. 121
[11] Virgilio, Óp. Cit., p. 65
[12] Ibídem.
[13] Ídem, p. 141.
[14] CAMPBELL, Joseph, Óp. Cit.,  p, 67.

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