sábado, 7 de julio de 2012

Implante de personalidad

Sí caes de las escaleras y lo que vez es tu vida pasando frente a tus ojos, haciendo pausas en momentos decisivos... el problemas es que no hay pausas, sólo momentos banales y poco interesantes. "¡Oh! ahí estoy sentado en el sillón, sirviendo el cereal, mira como recojo el periódico, el camión que me llevaba a la facultad todos los días, mira ahí estoy en el salón, escribo; mi cama antes de dormir, sí ese soy yo dormido" Es entonces cuando te das cuenta que tu vida tiene un problema: Nunca te arriesgaste, jamas tomaste una decisión trascendente en tu vida que lo haya cambiado todo. Por supuesto todo esto sucede en unas milésimas de segundo antes de que tu cabeza golpe el suelo dejando un profundo y extenso charco de sangre; por supuesto el hecho de desangrar tu cabeza no está matandote tanto como cualquiera pudiera creer, es el hecho de que el agujero en tu cráneo está dejando entrar aire a tu cerebro que se hincha, más la hemorragia, más todo tu cuerpo colapsándose, acaban con la poco interesante vida que estuviste viviendo. Fue muy tarde para darse cuenta lo triste que fue toda tu existencia; tal vez tus seres queridos lleguen a recordarte de alguna manera relevante, tal vez la chica que siempre admiraste pero nunca te atreviste a hablarle valla a tu funeral, tal vez todos tus amigos se ponen la peda de sus vidas en tu honor, y todos tus compañeros te recuerden con el cariño que nunca te expresaron mientras estabas vivo, el cual  probablemente es una completa mentira. Por supuesto nunca lo sabrás ya que estarás muerto, sin vida, expulsando gases, mientras tu cuerpo se pudre y es devorado por gusanos a tres metros bajo tierra.
Supones que tu espiritu goza de la buena "segunda vida" que Jesús prometió; pero aun suponiendo que todo eso sea verdad ¿Qué te hace creer que lo mereces? Después de todo eres alguien que nunca tomo ningun riesgo en su vida. No ayudaste a los pobres, ni cedio su asiento a alguna anciana en el camión, o ayudaste a alguna mujer embarazada a recoger los papeles que le tiraste mientras corrias por alguna cuestión poco interesante. El lado bueno es que, si no existe un paraiso, es posible que tampoco exista un infierno. Te salvaste de una eternidad de sufrimiento en un lugar que no es tan cool como lo describe AC/DC; en vez de eso, descubres que los asiáticos tenian razón, tu espíritu es el que trasciende, sin embargo tu espíritu no vale nada, pues nunca hiciste nada con él. Así es como reencarnas en una horrible cucaracha que vive unos cuantos días, pero muere a causa de una bota en algún lugar de Australia. De nuevo tienes una segunda oportunidad, ahora estas en una sala de maternidad, donde hace unos pocos minutos acabas de nacer. Siendo un inútil y adorable bebe, te prometes a ti mismo, te juras de manera enérgica que nunca volverás a desperdiciar tu vida, que cumplirás tus sueños y abordaras a cualquier chica que te guste; prometes que nunca te conformaras y nunca temerás tomar los mayores riesgos. Harás el bien en el mundo y siempre cederás tu asiento a quien más lo necesite. Sin embargo aun eres un bebe, que pierde la mayor parte de la personalidad de esa persona que murió en algún momento del 2012; por lo que olvidas todas esas promesas. Pero no te sientas mal, los siguientes años te fue bastante bien como nuevo habitante de este planeta que acababas de abandonar.
Claro que todo esto, no es más que una suposición. Es muy posible que caer de las escaleras no te mate, sólo deje algunos moretones y tal vez un hueso roto. Pero para estar seguros no olvides siempre bajar con el calzado apropiado y nunca cuando termines de bañarte, no querrás que todo esto pase estando desnudo y ademas mojado ¿cierto?
Suerte con la vida, recuerda que no es tan mala como pareces. Y que la fuerza nos acompañe a todos.

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