domingo, 29 de julio de 2012

Crónica

Estaba sentada a la orilla, jugando con un vaso casi vació, era un vaso largo, las gotas tardaban en llegar a la mesa pasando por los dedos. La mirada estaba fija en el vaso, una mirada perdida... como todo. Trataba de disimular pero la mente se encontraba en otro lugar, lejos de esa orilla. Las palabras parecían resonar en la habitación, una habitación vacía, pero era una ilusión, en realidad no estaba ahí. Tal vez llego a pasar, pero nunca lo sabrá, se fue; cada parte de la realidad se separaba. Había un agujero y se tragaba todo.
Ese juego era demasiado esa noche, cada batalla fue perdida en el pasado. Creía que podía jugar, pero ambos se habían retirado antes de empezar. Esa mesa no era un campo de batalla.
Al final de la noche sólo quedaba la mesa y un vaso... jamas sabrán que es lo que estaba pasando. Aunque no fuese nada, es mi secreto.

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