deshice mi cabeza
en el cemento
en la esquina de
tu culpa y tu miedo
ahí se lee un
letrero que dice:
no lo dejen solo,
está enfermo
haces del cuerpo un instrumento
tristezas forjadas con
las piernas
convulsiones de vocales aspiradas
no me importa seguirte
por la calle
esa inventada intención perversa
sedienta venganza
encadenada
no me escapo de
mi nombre
cambio placeres
por favores
no hay razón para que
esto pase
un dulce sufrimiento
entumecido
de voces una rota avenida
de una cámara tonta
promesa
se me inundan de
lamentos los pulmones
se me retuercen
las manos
se me abre la carne
se me rompen los huesos
he dicho, no te vengas
sobre ella
y terminas haciéndote
con estos versos torpes
No hay comentarios:
Publicar un comentario