Poema escrito para quién que gusta de ignorarme
Recuerdo como
te brillan los ojos
cuando en calma respiras
y te arrastras, y me
arrastras conmigo
Al fondo de tu garganta
Donde la humedad se
saborea, se traga
Cuando las luces se
apagan
y huyes, y no huyes
conmigo
los pasos que nos damos
no aguantan mis reclamos
te sigo porque eso me he
ganado
es que no me miras
cuando ladro por la mañana que me levanto de mi cama con la cruda de una
semana,
una semana de sentarme y
no escribir nada
una semana de dejar que
me coma la hoja en blanco
porque te sigo cuando me
callo
cuando rasgo con mis
uñas los pezones
cuando la comezón que me
dejas impregnada me vuelve loca
y me despierta en la
mañana para gritarme que te has ido
después de doce horas
Ya no veo
de quedarme despierta a
las cuatro de la mañana a inventarme ideas
inventar nombres en un
papel
de gastar tinta para
llevarla
a que sea quemada,
limpiada, escupida
y las hojas se rompen,
se tiran, se guardan
cuando los llantos se
convierten en poemas largos
y las ideas cortas
llenan los espacios
Ahí estaba yo…
pensandote
porque te pienso, cuando
me vuelvo en la mañana
cuando me revuelco en mi
cama
cuando me callo mis
ideas
cuando muevo mis dedos
bajo la ropa
y te pienso cuando me
gritan en la calle
cuando me pitan los
carros y me ladran los perros
te pienso cuando me
toco, cuando me lleno la boca
cuando sangro, cuando
respiro, cuando me veo y no te veo.
Respira, como si
estuvieras a mi lado en la cama
como si yo te importara,
respira cuando te
atraviese con mis palabras
y muere, porque no
existimos, no estamos.
Estoy yo, oculta bajo
las sabanas
ahogándome en los
pensamientos que ayer prometieron olvidarte
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