*Trabajo académico presentado para la clase de Filosofía del lenguaje del noveno semestre de la Licenciatura en Letras de la Universidad Autónoma de Zacatecas
La respiración como hecho
de vida, trae consigo ciertos significados, los cuales pueden ser de buena o
mala salud; la respiración puede implicar un cambio en los procesos del tórax,
una reacción al peligro, al miedo o a la felicidad. No sólo se trata de la experiencia de la
vida, sino de la actividad. Así mismo el hecho de comunicar no se haya exento
de todos los asuntos del ser humano. La humanidad encuentra su significado, tal
vez, en su constante deseo de comunicar, no sólo de manera natural, instintiva
o corporal, el ser humano expresa su interioridad.
La
interioridad del pensamiento, que de la oscuridad de lo desconocido es
articulado en ideas, en palabras, es el fin propio del lenguaje humano: “La
realidad inmediata (realidad de pensamiento y de experiencia), la única a
partir de la cual pueden emerger estas disciplinas y este pensamiento.” aunque no alejado de ese sistema de signos
interpretables, implica de igual manera una serie de abstracciones aún no
completamente comprensibles para el conocimiento humano. El hecho simple de
conocer es tan extraño por sí mismo, a estas alturas no podría atreverme a
tratar de esclarecer su significado.
Hablar de términos
abstractos como el conocimiento ata al lenguaje mismo y su acción a la
redundancia, y se es redundante cuando se intenta rescatar las formas propias
de la conciencia, convertirla a palabras, simples palabras que en su uso
cotidiano comunican mensajes tan simples y mundanos, como complicadas
ramificaciones del pensamiento. Sentarse a escribir se convierte en un acto
suicida cuando se agrede a las palabras, al lenguaje por su propia forma.
1.
acto de habla,
acto de escritura
Pero decir es mucho más
complejo de lo que se aparenta. El decir por sí mismo se encuentra también en
el omitir, en el silencio, el espacio, el tiempo que se guarda. Incluso más que
sólo el esperar comunicar expresando en voz alta contempla la posibilidad de
fijarlo en el tiempo, en el papel y la tinta. Es muy diferente hablar de voces,
de oralidad no escrita que de las palabras formadas entre grafías y códigos
mucho más específicos como lo es un idioma, una normatividad como lo es la
ortografía, en un miedo como puede ser un muro.
Con el
paso del tiempo, el significado de las palabras cambia, la practicidad de las
cosas se modifica. Las teclas de un teléfono celular hace unos años escribían
mensajes de texto, se ocupaban más que sólo marcar números enviaban ideas
cortas y directas. Poder enviar pensamientos en todo pensamiento y en todo
lugar era la nueva forma de comunicación que modificaba y estandarizaba las
relaciones. Actualmente el tweet es
su correspondencia.
Si el
silencio es como la soledad, la representación actual de ambos términos son las
interacciones dentro de internet. Las
redes sociales como fenómeno tuvo un auge mediático de análisis y discusión
social. Hasta hace poco, las teorías y practicas lingüísticas se dedicaron a
estudiar estas nuevas formas de información.
Se habla
de oralidad perdida en los últimos años, pero la instantaneidad del habla
existe en la información que se comparte en la internet. El ejemplo claro
existe al mirar la página principal Twitter,
donde cada nuevo mensaje remplaza al anterior con segundos de diferencia, donde
cada segundo significa miles de mensajes que se envían al mismo tiempo, como un
millón de personas gritando al mismo tiempo.
El tuit (tweet) como el mensaje de texto, debe
ser corto y directo. Debes expresar toda tu interioridad tan sólo en ciento
cuarenta caracteres. Y cada mensaje debe representar una llamada de atención
para el usuario, que le escandalice y le encante tanto para seguir leyendo,
para expresar su gusto o compartirlo como propio. En tanto que la enunciación
de cualquier oración, aunque sólo tenga una palabra, puede jamás repetirse:
siempre es una nueva enunciación. El texto, en su instantaneidad, como corta
expresión de una idea es autónomo y separado de cualquier texto anterior,
porque cada palabra adquiere una significación diferente con cada uno de sus
usos, el acto concreto del lenguaje situado en la enunciación. El texto como
enunciado corto, individualmente está incluido en un discurso mucho mayor que
es la página de inicio del sitio web, así cada tema, cada mención está siendo
explicado por los millones de participantes.
El acto de habla como toda acción que involucra al
lenguaje, acción que implica una sentencia dentro de una convención transforma
las relaciones entre los interlocutores de la comunicación. El hecho
comunicativo implica el intercambio de información. El tuit puede ejemplificar
el acto de habla dentro del contexto informático, pues trata de establecer un
enunciado, un núcleo de significado independiente, una expresión. Austin
declara: “expresar las palabras es, sin duda, por lo común, un episodio
principal, si no el episodio principal, en la realización del acto (de apostar
o de lo que sea), cuya realización es también la finalidad que persigue la
expresión.“
El
ejemplo del acto de habla bajo la definición de Austin se haya en hacer una
promesa, un juramente como en la enunciación que hace válido un matrimonio.
Puede que no exista mucha comparación en cuanto a tuitear lo que sea como parte de la cotidianidad de cualquier
persona “es necesario que las circunstancias en que las palabras se expresan
sean apropiadas, de alguna manera o maneras”.
En cuanto a tuits específicos, como la agresión a cualquier persona publica, el
hablar de algún tema inmediato de carácter mundial.
De
acuerdo a esto los mensaje que constantemente se refirman en las redes sociales
ejemplificarían la idea del acto, la promesa hecha entre los seguidores,
quienes leen y quienes escriben. Las reglas que definen el acto de habla de acuerdo a Austin son:
A.1) Tiene
que haber un procedimiento convencional aceptado, que posea cierto efecto
convencional; dicho procedimiento debe incluir la emisión de ciertas palabras
por parte de ciertas personas en ciertas circunstancias. Además,
A.2) en un
caso dado, las personas y circunstancias particulares deben ser las apropiadas
para recurrir al procedimiento particular que se emplea,
B.1) El
procedimiento debe llevarse a cabo por todos los participantes en forma
correcta, y B.2) en todos sus pasos,
G.1) En
aquellos casos en que, como sucede a menudo, el procedimiento requiere que quienes
lo usan tengan ciertos pensamientos o sentimientos, o está dirigido a que
sobrevenga cierta conducta correspondiente de algún participante, entonces
quien participa en él y recurre así al procedimiento debe tener en los hechos
tales pensamientos o sentimientos, o los participantes deben estar animados por
el propósito de conducirse de la manera adecuada […]
Ahora bien,
sí violamos una (o más) de estas seis reglas, nuestra expresión realizativa
será (de un modo u otro) infortunada. De más está decir que hay diferencias
considerables entre estas “formas” de ser infortunadas.
2.
Este acto, esa promese que
se le hace a la nada es el grito en el espacio vacío que marca las relaciones
personales. Se entablan conversaciones, se construyen relaciones y se crea una
red de información tal vez entrecortada entre los eventos reales y el instante
en que suceden que magnifica la experiencia comunitaria, convencional del
habla, convierte al acto de la escritura en una oralidad artificial y las
sustituye. El tuit como evento
lingüístico es como hablar del aliento que comunica entre los seres humanos. Convierte al material desconocido de la mente
en las palabras.
Freud
repetía: Dilo en voz alta, esto
porque la exteriozación del ser es la clave de la terapia que liberaría las
patologías de la psique. La persona, el ser humano, se habla a sí mismo
constantemente, así en voz alta, en los gritos que se esconden en la mente
porque la incapacidad para reconocer y expresar los sentimientos es lo que
lleva a la neurosis. Hablar sin parar para y de nosotros mismos, trasmitimos
información constantemente, nos hacemos preguntas, buscamos respuestas. Nuestra
conciencia es el interlocutor de las palabras. Escribir y lanzar un mensaje a
la red de información es siempre por y para nosotros. Los enunciados creados en
ese medio son una forma de exteriorizar el pensamiento, un único momento en que
hablar la vida se vuelve valioso aunque sea en lo críptico del mensaje. Aunque
no existe círculo comunicativo, la promesa que se ha hecho al grito
comunitario.
Una
avalancha de comentarios hedonistas cuya intención es únicamente desacreditar
el comentario anterior llena las notificaciones de los usuarios. Cualquier
noticia o tema de actualidad, por el simple hecho de ser publico parece darle
la libertad a los interlocutores de expresar cualquier pensamiento por vacío
que se considere por lo demás. Una simple frase entonces acarrea una serie de
interpretaciones alejadas del contexto necesario para hacerse de un significado
adecuado. El valor de la mayor parte de los comentarios, como se ha dicho antes
es la agresión, otro ejemplo de estudio pertinente al acto; cuando se dice: es equivocado lo que dices, expresa el
hecho de negar todas las sentencias anteriores, por obvio que parezca el
narcicismo que expresa el acto es que la autoridad de quien desacredita todos
los comentarios anteriores.
Una
nueva forma de comunicación se crea constantemente con las nuevas creaciones
tecnológicas, claramente implica una serie insinuaciones en las que el momento
es el nuevo valor de las relaciones humanas que se crean constantemente. Las
imágenes y las figuras remplazan poco a poco a las palabras, remplazan a las
conversaciones, es la soledad y el silencio propio el que impera las formas en
que los hombres, actualmente comparten la información. De esa forma el grito en
el que participan los usuarios, los aísla, aunque el lenguaje comunica, de la
misma manera los obliga a apartarse. Hablar de la interacción entre los
hombres, también se vuelve redundante cuando el hecho comunicar se vuelve el
tema principal del lenguaje que se alimenta y se explica.