Cuando la sed y la ansiedad
son demasiadas,
que arriesgaría mi vida en ello,
En verbo y no en la práctica.
En cualquier esquina libero mi ansiedad
Porque cada fibra del cuerpo ruega
por un sólo momento en el cual vaciarme.
En mi jadeante respiro,
en aquel poético chasquido.
cuando todos los problemas de mundo desaparecen,
y puedo regodearme en mi vibrante necesidad.
Todo se funde,
todo se acaba y vuelve a comenzar.
Ese es el primer trago de una coca-cola.
Después la tiro y abro otra.
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