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miércoles, 5 de junio de 2024

 

SEXTINA DEL VAMPIRO

Neil Gaiman (trad. de Alberto Chimal)

Espero aquí en los límites del sueño,

envuelto en sombras. Sabe el aire a noche,

nueva y helada. Yo espero a mi amor.

La luna deja sin color su tumba.

Ya viene. Iremos por el bello mundo,

oscuros, tras de la exquisita sangre.

*

Es juego solitario el de la sangre;

pero el derecho de buscar un sueño

no lo abandono ni por todo el mundo.

La luna quita sombras a la noche.

De pie en lo oscuro, miro hacia su tumba.

No-muerta amada… ¿Mi no-muerta? ¿Amor?

*

Soñé contigo; supe que el amor

era más que la vida y que la sangre.

El sol quiso sacarme de mi tumba—

a mí, más que cadáver y en mi sueño.

Lo logró su partida y en la noche

salí, como un vapor, de nuevo al mundo.

*

Por siglos he vagado por el mundo,

dando un regalo que parece amor.

Robar un beso; volver a la noche,

saciado por la vida y por la sangre;

y a la mañana ser de nuevo un sueño,

un cuerpo helándose en su propia tumba.

*

No te haré daño, dije. No soy tumba

en la que te destruyan tiempo y mundo.

Te ofrezco una verdad mayor que el sueño,

a cambio solamente de tu amor.

No te preocupes, dije, que la sangre

sabe mejor corriendo y por la noche.

*

A veces mis amantes, por la noche,

salen; si no, se pudren en la tumba:

no disfrutan del cuerpo ni la sangre,

de caminar por la sombras del mundo;

las comen los gusanos… Oh, mi amor,

ellos dicen que has vuelto, allá, en mi sueño.

*

Esperé ante tu tumba media noche.

No sales de tu sueño a buscar sangre.

Buenas noches, mi amor. Te ofrecí el mundo.

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