"There
are certain things in life where you know it's a mistake but you don't really
know it's a mistake because the only way to really know it is a mistake is to
make that mistake and look back and say, "Yup, that was a mistake".
So really, the bigger mistake would be to not make the mistake because then
you'll go your whole life not really knowing if something is a mistake or
not."
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domingo, 28 de octubre de 2012
viernes, 26 de octubre de 2012
jueves, 25 de octubre de 2012
domingo, 21 de octubre de 2012
REMINISCENCIAS
Realmente no sé hablar de tristeza. No
podría decir que la conozco bien, o entiendo su significado. Claro que la he
saboreado, tal vez en algún momento llegue a hundirme en ella; pero creo que
nunca la entendí completamente. Puedo recordar días en que parecía que el sol
nunca salía, y las ideas se perdían; se alargaban las horas, había heridas que
parecían no cerrar. A veces el dolor se retorcía, aquellos suspiros que
costaban tanto dejarlos ir. No creo entender mis propios recuerdos, no sé
como funcionan o cómo funciona mi propia mente. Tal vez debemos tratar de
olvidar aquel dolor, aquella oscuridad, para dejar ir, no volver a aferrarse.
No es mucho pedir un poco de felicidad, en sí no es algo que merezcamos. Pero el
deshacernos del dolor no implica felicidad.
A mis
recuerdos ya no puedo llamarlos tristes, ya no causan tristeza. Y ya no quedan
recuerdos felices. Los recuerdos que causan sonrisas no son necesariamente
buenos, y aquellos que nacieron de la tristeza y soledad tampoco son
necesariamente malos. Es complicado tratar de recordar para alguien como yo,
difícilmente puedo decir que hice ayer, ya no sé como me sentí o como se supone
que debí sentirme. A veces pierdo el sentido del tiempo, de donde estoy o donde
estuve, y mucho menos cuando. He llegado a confundir el mañana con el ayer, el
hoy con el mañana, o el día con el año en que sucedió.
sábado, 20 de octubre de 2012
La Amistad más grande
La experiencia de una mascota es maravillosa a mi parecer, la idea de una criatura incondicional que siempre se alegrara de verte, que siempre te va a necesitar es una hermosa imagen, es una amistad tan pura; sin mal entendidos, sin conveniencias o intereses, sólo el amor que un niño puede sentir por su perro. Cosa que crece aun más para quien se toma la molestia de alimentarlo, de pasearlo, de jugar con el, es mucho mejor que sólo tener un perro en la azotea. Esas son -entre otras- la clase de historias que hacen arrancar lagrimas y suspiros.
Yo creí que estallaría en lagrimas, que perdería el piso y me entregaría a la tristeza. Mientras me preparaba para ver Frankenweenie, el largometraje animado más reciente de Tim Burton, pensé que me afectaría en formas más allá de los sentimientos a los que estoy acostumbrada. Acababa -y aun no supero- de perder a un ser de mi más profundo afecto, para mí era más que una mascota, mas que un compañero, era parte de mi familia, de mi vida, mi amigo... Y aun escribiendo estas lineas mis ojos se llenan de lagrimas, cada fotograma de la película me remite a mi propia historia; si yo pudiera violar las leyes del universo con tal de un día más, lo haría.
Frankenweenie es una pelicula muy personal, Tim Burton puso todo de sí en ella, como lo hacia en sus primeros trabajos, puso su infancia, sus recuerdos, sus pasiones y sus tristezas. Al ser un producto nacido del amor a la historia, al medio, a la técnica, brilla por si sola. Sí tengo que enfrentarme a mis tristezas en una película como esta, vale la pena; por todas las referencias que implica, la intertextualidad, qué es prácticamente lo que la conforma; yo la recomiendo infinitamente. Y para aquellos que han perdido a un compañero canino o de cualquier otra especie, sí recordaran el dolor, pero también los mejores momentos, la felicidad y el amor que existió de esa amistad.
En verdad espero que sea el regreso de uno de mis cineastas favoritos, porqué hace falta un Tim Burton en el mundo que nos recuerde el lado romántico y fantástico de nuestras pesadillas.
jueves, 11 de octubre de 2012
Soledad
Aun me siento irremediablemente triste. El dolor regresa en olas, pero no desaparece, aumente en ciertos momentos. Todo me causa sufrimiento, al despertar, al caminar, el simple hecho de estar aquí y respirar. Y me aferro tanto a ocultarlo, pero sobresale cuando estoy sola, y abrazada de la noche... Lo extraño, y me siento tan culpable; ¿cómo pude permitirlo? ¿cómo podemos seguir con nuestras vidas si él no está? Es tan dificl voltear a las esquinas, a las ventanas...
Sólo quería protegerlo, sólo quería tenerlo conmigo y ahora no está. Perdóname, tan sólo imaginar me vuelve loca; vivo con un nudo en la garganta, quería gritar, quería que todos se sientan tan mal como yo, pero se guarda para la noche, cuando nadie me ve.
Y es que me siento tan sola.